- Elohim -

Slayer|Illuminati|26

Inglés

Londres

Independiente

Sacerdote|Médico

Ky Kiske|GG

Alto; de 1.86 mts. De estatura, de complexión atlética-musculosa y porte elegante. Su manera de caminar y sus posturas le revelan como un noble. Viste con ropas ceremoniales pero de textiles no costosos. Raza aria, su mirada siempre parece perdida y sin reflejo y aunque sus ojos claros color azul celeste se pudieran creer expresivos no muestran sentimiento alguno, su cabello es quebradizo en color rubio cenizo, pareciera un ángel por como los describían en las pinturas.

[1] [2] [Arma]

De principios firmes pero de ética distorsionada, juez y verdugo en base a sus propios principios morales. Siempre alegre ayudando a quien lo merezca, actitud optimista, educado como caballero pero no de protocolo elevado o arrogante, sino simple y amigable; muy familiar. Por el contrario si algo amenaza sus principios su rabia le saca de su raciocinio desconociéndose por completo y mostrando un lado bestial irracional que le lleva a desgastar los límites físicos humanos dañándose y dañando a quien él cree que lo merece.

Naci dentro del linaje de los nobles. En Londres, hace cerca de 30 años, hijo de una de las más prestigiadas familias en su tiempo. Crecí normal hasta los cinco años en donde mi padre "líder de la familia" comenzó con mi educación como noble y heredero de su fortuna y negocios aunque mis verdaderas cualidades eran muy diferentes a las del resto de mi familia nunca supieron valorar mis dotes por lo que nunca me permitieron educarlas apropiadamente; aunque eso nunca me detuvo, estudiando por mi cuenta arte, filosofía, política y teología...

Fue cuando la brillante idea de convertirme en sacerdote pasó por mi mente.

No tuve vida social, como el resto de mis hermanos; cinco en total. Todo lo que conocíamos era sobre nuestro titulo y los negocios de la familia, así debía ser hasta cuando cada uno cumpliera veinte años; día de nuestra graduación y bienvenida al mundo de los negocios de la familia. Cada una de las graduaciones de mis hermanos estaba planeada de una forma muy diferente pero solamente me toco ver una, para ese entonces yo ya tendría ocho años, estudiando en secreto aquellas cosas negadas para mi curiosidad de niño.

Ese día durante la ceremonia de cumpleaños número veinte de mi hermano mayor algo ataco a mi familia emboscándonos, teniendo a su merced a todos los miembros de esta, sin excepción. Al líder, mi padre, le mataron rápidamente separando su cabeza con una espada y colocándola en una lanza justo enfrente de todos nosotros, mis hermanos eran separados a diferentes áreas donde les escuchaba gritar de dolor fue entonces cuando me libere de mis ataduras para tratar de ayudarlos llegar a ella, mi madre la que encontré siendo violada múltiples veces por diferentes hombres… No, no eran hombres, poseían colmillos y garras afiladas, luche, trate de a alejarlos pero al acercarme algunos de ellos lograron someterme mientras veía como le crucificaron y extrajeron sus intestinos, dejándola morir desangrada y dándose el gusto de bañarse con su sangre, muy lento frente a mí.

Un disparo se escucho, ignoraba si era cierto o si era un juego de mi locura causada por el shock.

No podía saber lo que había pasado con el resto de la familia, mas era obvio que las cosas habían terminado mal y si yo estaba vivo solo podía significar que faltaba poco para mi turno de morir no, había vuelta atrás.

De pronto un hombre apareció en la cruenta escena, no pude observar bien su rostro, pero tenía porte y un par de pistolas parecía un noble, aquellos monstruos temblaban ante su presencia y al poco tiempo eran destruidos con disparos certeros en la cabeza. El tiempo parecía detenerse y la fuerza comenzaba a abandonarme, el miedo había dejado de sentirse y solamente había ruido en mi cabeza, mucho ruido… Cuando recupere la conciencia sentí metal frio en mi frente, era la pistola de aquel hombre recargada en mi cabeza dispuesto a acabar conmigo ¿Por qué? ¿Esto había sido todo?

Otro disparo sonó y ahí habría terminado todo para mí.

Lamentablemente para mí no morí esa noche.

Desperté en un hospital listo para enfrentar mi destino otra vez, -Le sacamos esto de la cabeza- Afirmaban los doctores orgullosos de su proeza, - Es un milagro- También se escuchaba por ahí.

En ese instante olvide, o más bien, quise olvidar todo lo que había pasado además había crecido lo suficiente para darme cuenta de que merecía lo mejor y esto no significaba que el dinero y un titulo me darían lo que buscaba. Así que fui con mi aspiración más grande; buscar a Dios, refugiarme en Él y después tener poder por Él, siempre buscando una respuesta para todo y superando cualquier obstáculo que se me interpusiera.

Rompí, mate y destruí a quien quise y donde quise para llegar siempre a mis objetivos pero siempre en su nombre y nunca ataque a los inocentes… Nadie pagaría una pena que no merecía, no mientras yo estuviera presente ¿Este mundo es para los fuertes? ¡NO! Este mundo era para los que querían hacerle un mejor lugar para vivir y por eso decidí embarcarme a combatir la injusticia ¿Con justicia? ¡NO! ¡Con castigo! Y con ¡Dios!

Durante la Unreicht, ayudaba a alimentar a la gente en un asilo de ancianos en Londres, al poco tiempo fue demolido y quede inconsciente en estado de shock en el cual viví mucho tiempo ayudado ahora por los ancianos que antes ayudaba. Entonces lo recordé todo y al verlos morir de formas horribles a manos de Nosferatus salí del shock. Antes era una persona que ayudaba a los demás sin importar las consecuencias debo decir que continuare haciéndolo y moriré por ello.

El mundo ha cambiado y no necesariamente para bien por lo que erradicaría toda la basura y le daría al mundo una segunda oportunidad así tuviera que pagar con mi propia vida; a fin de cuentas ya había muerto una vez.

Ahora vago por las calles de la zona cero encontrando sobrevivientes y llevándolos a mi guarida provisional, una cárcel abandonada.